Es imperativo que comprendamos nuestra situación.
La Humanidad es una sola familia, pero que vive separada por países.
Un grupo de líderes, maneja los asuntos de cada país, gobernando a los miles de millones de la comunidad de los seres humanos, para bien o para mal. Lo cierto es que, dos de los países que son los más poderosos, económica, tecnológica y militarmente, representan dos tipos de materialismo opuesto que rivalizan entre sí. Esto no es nuevo, ha ocurrido a través de toda nuestra historia, los escenarios, los ropajes, las motivaciones han cambiado, pero la esencia del conflicto permanece: el deseo de poder y control, para prevalecer sobre el otro e imponer su forma de ver y manejar esta realidad.
Un minúsculo, diminuto e invisible agente infeccioso, que se propaga a gran velocidad, y que tiene la capacidad de infectar nuestros cuerpos, ha puesto de rodillas a toda la humanidad. Estamos hablando de la pandemia provocada por el Virus Covid-19, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan (provincia de Hubei) en diciembre de 2019, y que en solo tres meses se propagó a todos los países del mundo, generando miles de muertes. La familia de la humanidad, se encuentra sin una vacuna aún, para detener su avance. Esta pandemia, no distingue fronteras entre países, ni entre ricos y pobres, cultos e ignorantes, etnias, ideologías, etc., y parece burlarse de todo el orgullo de nuestra civilización, con sus avances tecnológicos, dejando al desnudo nuestra fragilidad.
Esta pandemia puede verse como un flagelo
Pero también como un Maestro
Esta pandemia ha borrado las fronteras, nos está enseñando que debemos unirnos. Que debemos abandonar nuestros intereses egoístas, mirar al otro, a nuestro prójimo como nuestro hermano, no como nuestro enemigo. Es una gran oportunidad que se nos presenta, la de construir nuevas relaciones humanas, basadas en la fraternidad, en la cooperación, en los más altos valores que pueden llevarnos a un nivel de grandeza necesario para no autodestruirnos.
Este mensaje no está dirigido a los líderes solamente, va dirigido especialmente a ti, que estás leyendo esto, a ti que no sabes aún el poder que tienes. A todas esas almas buenas, para que nos unamos en una sola “Alma Colectiva”, para producir la revolución más grande de la historia de la humanidad, la Revolución Interior. Porque si no cambiamos, si no nos perfeccionamos como seres humanos, no podremos alcanzar un “Nivel de Consciencia Superior”, que nos permita descartar las guerras, el odio, las pandemias, etc. para crear un mundo de solidaridad, en donde la humanidad pueda desarrollarse armoniosamente, como un solo pueblo, derramando sobre el mundo…
AMOR GRATIS
MOVIMIENTO AMOR GRATIS
Elías Pessaj
SER O NO SER
Aquí y ahora…
Nota del autor: Por favor, comparte este mensaje para que se viralice (como un virus de amor y solidaridad que ojalá contagie a todo el mundo)
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